La tienda se abrirá
dos tardes a la semana y contará con la ayuda de casi un centenar de voluntarios
La nueva tienda solidaria pretende dar respuesta a la creciente demanda
de alimentos de primera necesidad por parte familias en riesgo de exclusión
social por su nivel de pobreza. Gracias a un centenar de voluntarios y
organizadores la tienda abrirá dos tardes semanales para poder ayudar a
aquellos que se encuentren en una situación complicada económicamente hablando.
Los Servicios
Sociales del Consistorio y Cáritas serán los que tramiten y valoren el acceso a
dichos alimentos, determinando la cantida en función de parámetros como el
número de integrantes, los recursos económicos y las necesidades nutricionales.
La tienda
funciona gracias al elevado número de voluntarios, aproximadamente unos 100,
que desarrollarán una labor desinteresada repartiendo u organizando alimentos.
Además el Ayuntamiento cuenta con la colaboración de una treintena de entidades
con el objetivo de sumar recursos.
La tienda
solidaria funciona a través de unos puntos mensuales otorgados desde los
servicios sociales, estos puntos permiten que sean canjeados por alimentos que
tienen un valor previamente establecido. Así la persona que acude puede escoger
los productos alimenticios que necesita y aquellos cuyas religiones no consumen
un determinado alimento abstenerse.
En los últimos 20
años la entidad Ayuda Fraterna ha ofrecido este servicio a la ciudad mediante
la repartición de alimentos. Según Ricard uno de los voluntarios y
organizadores de esta iniciativa la entidad se encontraba desbordada a causa de
la creciente demanda y por ello crearon este nuevo proyecto bautizado como
Botiga Solidària.
Los alimentos que
se proporcionan y distribuyen en esta “tienda” proceden del banco de alimentos
de la Unión Europea, de establecimientos y mercados municipales o de donaciones
particulares reaizadas a través de asociaciones de vecinos.
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